Todos nosotros hemos pasado por allí muchísimas veces… La “Calle Real” o 6ª Avenida como la conocemos hoy en día fue reconocida, querida y admirada por muchas generaciones antes que nosotros. No se puede evitar pensar en “La Tacita de Plata” de Ubico, sin pensar en una 6ª. Avenida nítida y ordenada.
La “Calle Real” como se le llamó originalmente fue trazada desde sus orígenes con orientación de sur a norte, desde lo que hoy conocemos como el Parque Morazán hasta la 18 Calle de la Zona 1, con una extensión total de 21 cuadras, por el Ingeniero don Luis Díaz Navarro en el año de 1776, quien fue el encargado de la diagramación de la ciudad de La Nueva Goatemala de la Asunción. Poco podían imaginarse los planeadores que la calle quedaría angosta y que en pocos años la ciudad crecería rápidamente. En la “Calle Real” fue donde edificaron sus residencias las familias más adineradas y distinguidas del reino, altos dirigentes, así como empleados públicos de la Corona, muchas de ellas con lujo extraordinario, no olvidemos que por aquellos entonces, todavía éramos parte de los dominios de la Corona Española. Algunas de estas construcciones aún sobreviven en estos tiempos, claro está, con algunas modificaciones para dar albergue a los almacenes que ahora las ocupan.
Fue hasta el año de 1880, cuando el gobierno y la municipalidad decidieron adoptar el sistema de numeración americano de calles y avenidas por orden numérico, cuando se le cambió el nombre por el de 6ª. Avenida, aunque por muchos años los abuelos siguieron llamándola “Calle Real”.
La “Calle Real” se convirtió un de los principales centros del comercio de la ciudad, por el hecho de ser una arteria principal albergó los mejores almacenes y los más exclusivos centros de entretenimiento. Aunque en sus inicios en ella proliferaron almacenes ultramarinos (o abarroterías como las conocemos hoy), ventas de telas, peines y sastrerías. Pero principalmente su fuerza comercial se inicia en la primera década del siglo, y es cuando se empiezan a ver rótulos comerciales, rotulaciones en sus establecimientos y vitrinas. Es en la década de los “veintes” cuando se edifica el primer cine, denominado “Cine Rex”, hoy en día Cine Tikal, posteriormente se construyeron otros cines como el “Cine Lux” que en sus buenos tiempos fue llamado “El Palacio del Cine”.
Es casi imposible pensar, hoy en día cuando transitamos por “La 6ª.” con sus cientos de puestos informales ocupando las banquetas, y los miles de transeúntes, carros, camionetas, ruido y contaminación, que hace mucho más de cien años reinaba la quietud, que los abuelos y los propietarios de los establecimientos sacaban sus mecedoras a la banqueta para platicar y comentar las noticias de Europa, en ese entonces convulsionada por la Primera Guerra Mundial, interrumpidos solamente por el pasar de uno que otro carruaje que se dirigía lentamente a la Plaza de Armas, o por un aguatero con sus toneles llenos de agua, vendiendo el vital líquido… ahhhh tiempos aquellos…
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